miércoles, 26 de octubre de 2011

Los vestidos son una de las prendas que mejor sientan a las mujeres y valen para todas las ocasiones. Las tallas grandes también cuentan con una gran variedad de modelos muy bonitos porque esto no depende de las tallas.Por eso también os dejamos una lista de las mejores marcas en este ámbito. Una gran mujer también merece un gran vestido y se verá guapa sin importar las medidas.

Una de las asignaturas pendientes de la moda es las tallas grandes. A partir de la 46empezamos a tener problemas en las marcas más comerciales y para acceder a vestidos de más talla, a veces, hay que acercarse a tiendas de ropa de señora, cosa que a las más jóvenes les será poco adecuado. A partir de la 54 las opciones se reducen aún más.


En el caso de los vestidos, por suerte, tenemos más variedad y es más fácil estilizar la figura sin marcar tanto las formas. Las tiendas de vestidos de fiesta para bodas, suelen atender a clientas reales y ofrecer tallas con mayor variedad o hacer a medida la prenda. En el caso de los vestidos informales el asunto se vuelve más peliagudo.

Cómo deben ser los vestidos de tallas grandes. Vestidos informales

Los vestidos en tallas grandes pueden ser copias de un vestido cualquiera adaptado a la talla en cuestión. No necesariamente tienen que ser modelos anchos o discretos que traten de esconder formas. En este sentido todavía existe cierto reparo, porque quizás no se entienda que un buen patrón sienta bien a todo el mundo. La cuestión surge en algunas ocasiones, ¿se trata de una mera cuestión de imagen que las muchas firmas no produzcan más allá de la 44?

La moda de tallas grandes normalmente sigue, aunque con más distancia que el resto de tallas, las tendencias generales.
En cualquier caso, siempre se hallan para el día a día las túnicas, vestidos de punto y algodón lisos y estampados más o menos sueltos, o rectos, para llevar con medias o leggings. Algunos modelos pueden ser muy sensuales como estos dos vestidos de punto de Elena Miró con aires de Hollywood.

Las túnicas son un eterno de las tallas grandes, que por suerte se adaptan muy bien a todas las edades tanto para las jovencitas como para las más mayores. En el caso de las primeras encontramos aberturas que dejan ver un hombro, o satenes con estampados preciosos.

Los pichis vuelven para dar un toque infantil y alguno tipo mono.
En cuanto a longitudes predominan los largos medios por encima o debajo de la rodilla, en el caso de los vestidos formales, para ir al trabajo, son de lo más cómodo y aparecen con cuellos cerrados o muy escotados en ‘uve’. Los grises, en tweed, o el tono crudo en cachemira son de lo más sofisticado.

Para todas las ocasiones (formal e informal, día y noche) aparecen las aberturas y los cortes asimétricos que, además, bien puestos, pueden estilizar. Los negros son una opción clásica que siempre es acierto y que ayuda a este efecto óptico, al igual que combinar con un tacón medio y para las piernas gruesas o tobillos gruesos hay que recordar que este año se siguen llevando las botas muy altas, sobre todo tipo jinete o cazador, lo que permitirá que saquéis los minivestidos a la calle.

Vestidos de fiesta

Los vestidos de fiesta tanto para bodas como salir de noche ofrecen más variedad por aquello que hemos contado antes. También el hecho de que sean modelos más caros motivan a las casas de ropa a ofrecer más tallaje en estas prendas.

Aquí tenemos desde túnicas anchas y vestidos de vuelo con el corte a la altura del pecho o marcando ligeramente la cintura y largos sobre la rodilla. No obstante, existen modelos ceñidos y cortos que, aunque no se suelen recomendar, si la figura está proporcionada no tienen por qué quedar mal.

Esta temporada se mantienen estampados vivos en gasas, sedas y satenes, los tonos nude y berenjena son tendencia, al igual que los brillos metálicos y las lentejuelas.

De nuevo, lo mejor es resaltar el busto y la cintura y optar por tonos oscuros, vuelos sin exagerar y largos medios. Estas son ideas seguras, pero no hay problema para optar por dibujar las bonitas curvas de las caderas con formas de tubo siempre que la línea no sea ‘recta’. Lo mismo sucede con los colores: los tonos intensos o muy claros pueden dar luz y estilo. A veces hay que atreverse a romper con las normas. Estas dos joyas son de Taillisime.

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